Categoría: Poesía

A la Luna le duele la cabeza
A la Luna le duele la cabeza

¿Qué le pasa a la luna
que no puede brillar?

Le duele la cabeza
y me ha venido a visitar.

Medicina le ha dado mi madre
pero ha bebido agua del mar.

—¡Cuanta sed tengo! —se queja la luna sin parar.

Un vaso de agua
después un cubo.
Se los ha bebido casi sin respirar.

Ahora brilla mucho
y frente a mi ventana está.


Hice esta tarjeta en A4 con letras en tamaño grande para que se pueda imprimir, o bien leer desde la tablet.

Poesía infantil de la Luna de Clara  Belén Gómez
Imprime esta tarjeta o dale para verla en tamaño A4 en la tablet.

En Instagram podéis ver la misma versión, pero la tarjeta es cuadrada:

En Twitter estoy como @clarabelengomez:

Hombre de papel
Hombre de papel

HOMBRE DE PAPEL

El hombrecito sin barba
Está hecho de papel
papel arrugado por aquí
y por allá también

Anda por mi mesa,
me río mucho con él
a la aspiradora teme
al agua, al fuego
y a la pegajosa miel.

Hombre de papel
hombre de papel
Yo soy tu amigo
Y te protegeré.

Texto y dibujo: Clara Belén Gómez.
Mi papelera está vacía
Mi papelera está vacía

Mi papelera está vacía
¿Qué habrá pasado?

¡Y un hombre de papel
se ha subido a mi zapato!

¡La papelera es mágica!

Tengo nuevos amigos:
Un caracol,

un sombrero que anda


Y un hombrecito sin barba.

Ellos comen letras
de los libros e historietas.

En la mochila escondidos
a la biblioteca los llevo.
Son mis amigos.
Son buenos y los quiero.

Lee también la historia del hombre de papel.

Mi caracol y yo
Mi caracol y yo

Hay un caracol en mi maceta
De colores ha pintado su casa
Va de paseo hacia mi ventana
Y yo canto para que llueva
¡Sí!
¡Que llueva otra vez mañana!

Y buscaremos charcos
y veremos a las ranas.

Mi caracol y yo,
él con su casita pintada
y yo con mis botas de agua
mi chubasquero
y mi capucha morada.

¿Qué come mi caracol?
¿Qué come mi caracol?

Qué come un caracol

El enfado de Luisa
El enfado de Luisa

Luisa tiene que estudiar
y tía Mariana no deja de cantar

Cuando Luisa se enfada
se le arruga la nariz
y tía Mariana la confunde
con una enana gruñona
de algún lejano país.

—¡Que soy yo tía Mariana!
¡Luisa de toda la vida!

Y tía Mariana la reconoce
cuando Luisa enseña su sonrisa
y ya no arruga su nariz.

YouTube
YouTube
Pinterest
Pinterest
fb-share-icon
Instagram